¿Quiénes son los interesados en un proyecto de formación e-learning?

Y por qué no deberías cargarlo todo en RRHH

Muchas veces cuando una empresa nos contacta en Skill On, la historia suele sonar más o menos así:

“Hola, soy del área de capacitación y me pidieron armar algo en e-learning, pero la verdad no tengo muy claro por dónde empezar. Lo estoy haciendo solo/a”.

Y ese “me lo dejaron a mí” no es solo una frase: es el reflejo de un problema estructural en muchas organizaciones.

La mayoría de las empresas asumen que los proyectos de formación e-learning son responsabilidad exclusiva del área de Capacitación o RRHH. Pero esa visión es incompleta.

Y ahí nace el dolor: el analista de capacitación se siente aislado, con todo el peso del proyecto, sin recursos suficientes, sin apoyo estratégico y sin tiempo para hacerlo bien.

🔥 ¿Por qué muchos proyectos de e-learning fracasan o no tienen impacto?

Porque parten mal: sin un verdadero compromiso del negocio, sin involucrar a quienes realmente tienen interés —y responsabilidad— en que las personas aprendan y apliquen lo aprendido.

La pregunta clave no es “quién ejecuta”, sino: ¿Quiénes son los interesados en un proyecto de formación e-learning?

Spoiler: hay varios más de los que piensas.

Y es que muchos líderes o analistas de capacitación llegan a nosotros sintiéndose solos. Tienen la presión de formar a cientos de colaboradores, hacer seguimiento, reportar avances, y todo esto con recursos limitados, sin apoyo claro de otras áreas.

Este sentimiento de soledad y sobrecarga nace, en gran parte, de un error común: creer que la formación solo es responsabilidad de un departamento. Pero no es así.

🧩 ¿Quiénes deberían ser parte activa (y no decorativa) de un proyecto de e-learning?

Veamos esto de forma más práctica. Cuando una empresa quiere mejorar su formación interna, ¿quién se beneficia? ¿Y quién pierde si no se hace bien?

Aquí van los verdaderos interesados en un proyecto de e-learning:

 

🧑‍💼 1. Dueños y gerentes generales: cuando el conocimiento impacta en la rentabilidad

¿Por qué deberían interesarse?

Porque una organización que no aprende repite errores, pierde dinero, y no escala. El e-learning no es un gasto, es una herramienta para escalar el conocimiento sin depender de formaciones presenciales una y otra vez.

Por ejemplo, en una empresa de logística tenían problemas con los tiempos de entrega. El dueño creía que era culpa del área operativa. Al implementar un curso e-learning sobre rutas, manejo de paquetes y atención al cliente, redujeron 25% los reclamos. El dueño entendió que la formación era una inversión estratégica, no un gasto.

 

👨‍🔧 2. Jefes de área y mandos medios: los que sienten el impacto directo del mal desempeño

¿Por qué deberían estar involucrados?

Porque son quienes ven los errores todos los días. Si el equipo no sabe vender, no sigue procesos, o da mal soporte, son ellos quienes dan la cara. Así que, sin ellos en el proyecto, seguramente se crean contenidos irrelevantes o poco aplicables.

Por ejemplo, en una empresa de ventas, el área de capacitación desarrolló un curso de técnicas de cierre… pero sin consultar a los jefes de ventas. Resultado: el curso no se aplicaba en la realidad del negocio.

 

🧠 3. Analistas de capacitación y RRHH

Sí, son el motor del proyecto. Pero no deberían llevar solos la carga. A menudo se espera que definan objetivos, seleccionen la plataforma, creen contenidos, gestionen usuarios y encima midan el impacto… sin presupuesto, sin equipo, y sin decisión real.

Dato importante: el éxito de un proyecto de e-learning no depende solo de la plataforma o los cursos, sino de cómo se alinea con los objetivos de la empresa.

Veamos un ejemplo típico: un analista nos llamó angustiado porque le pidieron lanzar una plataforma e-learning en 30 días para 500 empleados, sin haber definido objetivos, ni saber qué contenidos desarrollar. “Haz algo genérico, lo importante es cumplir con la fecha”, le dijeron.

Replanteamos con él el enfoque, hicimos un diagnóstico exprés, armamos un MVP con contenido crítico y medible.

Lo presentamos junto al gerente comercial, quien se dio cuenta que esto podía ayudar a cerrar más ventas.

Resultado: ahora no solo es un proyecto de RRHH, sino del negocio.

¿Cómo lograr que todos se involucren desde el inicio?

1. Lleva el proyecto al lenguaje del negocio. No hables solo de “formación”, habla de impacto: reducción de errores, mejora de KPIs, ahorro operativo, aumento de retención.

2. Usa datos para convencer. Muestra cuánto cuesta no capacitar: rotación, errores, reclamos de clientes.

3. Involucra a los jefes desde el diseño. Pedí su feedback, hazlos parte. Si sienten que el contenido no sirve, no lo van a impulsar.

4. Gana un primer caso de éxito. Un piloto bien hecho genera credibilidad. muestra resultados, graba testimonios, comparte reportes.

🚀 No estás solo: en Skill On entendemos tu situación

Sabemos que muchos llegan a nosotros con el peso del proyecto encima, sin claridad, sin apoyo, con miedo a “hacerlo mal”. Por eso, nuestro enfoque es distinto.

En Skill On diseñamos proyectos de e-learning y gestión del conocimiento con una mirada estratégica, ayudando a alinear áreas, involucrar stakeholders, y demostrar el valor del aprendizaje digital.

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